Bautismo del Señor

Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará, ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país.

(Is 42,1-4)

Con el Bautismo de Jesús termina el tiempo litúrgico de Navidad.
Jesús, es revelado por el Padre como el “Hijo amado” y ungido por el Espíritu Santo como el “Elegido de Dios”.
¡Feliz domingo!

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