El pregonero de la Semana Santa considera que se vive «un momento de intensa vitalidad por las cofradías, en una edad dorada semejante al esplendor vivido a lo largo del siglo XVII, un tiempo propicio para dejarnos impregnar del arte de Palencia»
El exalcalde de Palencia, Heliodoro Gallego, pronunció ayer el pregón de la Semana Santa de este 2022, año en el que «por si no fuera suficiente la cruel pandemia, los tambores de guerra se oyen ahora en Ucrania, sin olvidar a otras naciones de todo el mundo que también sufren los horrores de la guerra en pleno siglo XXI», afirmó, para hacer hincapié a renglón seguido en que, «como manifiesta en sus memorias el obispo emérito de Palencia, Nicolás Castellanos, es necesario humanizar un mundo deshumanizado». «Los humanos, y más los cristianos, no podemos permanecer impasibles ante ninguna tragedia humana y debemos superar la tentación de refugiarnos en la indiferencia ante los sufrimientos de los demás», aseveró tras hacer referencia a que hay millones de personas inmigrantes que por diversas causas tienen que abandonar sus naciones. «Pocas personas han denunciado esta humillante situación, entre ellas el Papa Francisco, quien no se ha callado ante tanta indignidad, hipocresía y falta de solidaridad», subrayó.
La catedral fue el escenario del pregón a cargo de Heliodoro Gallego, quien confesó que en un primer momento le invadió el temor de que, a pesar de ser un enamorado de esta Semana Santa, de conocerla por dentro y por fuera y de haber tenido que intervenir a lo largo de su vida en diversos foros nacionales e internacionales como alcalde de Palencia y presidente de la FEMP, «no pudiera estar a la altura de un evento tan entrañable y especial teniendo en cuenta los grandes pregoneros que me han precedido y a los que he tenido la suerte de escuchar, que han puesto el nivel muy alto».
El pregonero expresó su confianza en que fuese acto de exaltación de la Semana Santa, que «se diferencia de otras en que se celebra para vivirla, no solo para enseñarla, y para asombrar con su arte. Tiene un fuerte sentido religioso, pero también excelencia, cultura y tradición». Algo debe de tener de «excepcional», incidió, cuando en los últimos años «ha acumulado reconocimientos importantes como ser declarada Fiesta de Interés Turístico Regional por la Junta de Castilla y León, más tarde de Interés Turístico Nacional por el Gobierno de España y, finalmente, alcanzar hace diez años el máximo galardón posible, su declaración de Interés Turístico Internacional».
Heliodoro Gallego fue el encargado de pregonar ayer en la catedral la Semana Santa de 2022. – Foto: Juan Mellado
Según expuso Heliodoro Gallego, en la actualidad «estamos viviendo en un momento de intensa vitalidad por las cofradías, en una edad dorada semejante al esplendor vivido a lo largo del siglo XVII, un tiempo propicio para dejarnos impregnar del arte que nos ofrecen la ciudad y los pueblos de Palencia». «Solo nos falta hacer realidad otro sueño, construir el Museo de la Semana Santa de Palencia», afirmó.
Detrás de una celebración como la Semana Santa «hay muchos días de intensa preparación organizativa», señaló el exalcalde capitalino, para especificar después que «detrás de las caperuzas de los cofrades hay unos ojos ilusionados. Detrás de la retina cofrade un espectáculo de fe y tradición».
Del conjunto de procesiones, Heliodoro Gallego destacó la del Domingo de Ramos, así como la del Santo Rosario del Dolor, que sube hasta el Cristo del Otero, «la estatua del Corazón de Jesús más alta de España».
En su pregón, el exalcalde manifestó que «es una alegría inmensa poder ir recuperando con cuidado la celebración normal de la Semana Santa y de la vida, una vez que estamos viendo la luz a la salida de la pandemia del covid-19». Asimismo, tras recordar que ha participado en los actos programados y recorrido junto a los cofrades calles y plazas, incidió en que detrás de las cofradías «hay mucho trabajo». «He podido conocer a lo largo de los años sus entresijos, la generosidad de las personas que las forman, el mimo y la preparación que ponen los cofrades para cuidar y ornamentar los pasos». «Es de justicia mencionar la clara y honesta labor social histórica que desempeñan a lo largo del año las cofradías palentinas a favor de los más vulnerables de la sociedad», aseveró.