En este último domingo del año litúrgico celebramos la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
La Cruz es el trono desde el que reina Cristo, dando su vida por los hombres, perdonando, amándonos hasta el extremo.
Le pedimos al Señor que “venga a nosotros su reino”, el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz.